Realizado por Instituto del Trabajo y la Producción a través del Área de Estudios Regionales, el informe integra información de diversas fuentes de datos provenientes del INDEC y del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación para examinar la evolución de los principales indicadores laborales, las características de los/as ocupados/as, las condiciones laborales de distintos grupos poblacionales y el comportamiento del empleo a nivel sectorial.

El documento se organiza en tres apartados: el primero describe el panorama latinoamericano y nacional en relación con la dinámica económica y laboral reciente; el segundo profundiza el estudio de la situación del mercado de trabajo en Argentina y, principalmente, en Mendoza. Finalmente, en la sección “Debates y contribuciones” se presenta un conjunto de artículos elaborados por investigadores/as, graduados/as y docentes de diferentes unidades académicas de la UNCUYO y también de otras casas de estudios de la provincia y la región cuyana.

Algunos datos del informe del Observatorio Laboral

La llegada de la pandemia a la Argentina se dio en un contexto de recesión económica con altos niveles de inflación, endeudamiento, pobreza y desempleo, una combinación de factores que potenciaron la complejidad de la situación. Sin embargo, en 2021, después de tres años consecutivos de recesión, la economía argentina registró una notable recuperación en su nivel de actividad. Según datos del INDEC, durante el cuarto trimestre de ese año el PBI creció 8,6% interanual y se ubicó 3,3% por encima de igual trimestre de 2019.

Junto con el crecimiento del PBI el mercado laboral argentino presentó signos de reactivación al aumentar las tasas de actividad (3,3 p.p.) y de empleo (4,1 p.p.) y disminuir el nivel de desempleo (-2,7 p.p.). Además, el empleo registrado tuvo un incremento interanual que significó casi 516,6 mil trabajadores/as formales nuevos/as. No obstante, esta recuperación fue insuficiente: persistió una alta tasa de informalidad laboral (en torno al 33%), hubo un incremento ostensible de la inflación y, en consecuencia, se profundizó el deterioro del poder adquisitivo de los salarios, principalmente en el sector privado no registrado. A su vez, la subocupación y la ocupación demandantes registraron en el país un aumento que indicaría un incremento en la presión sobre el mercado de trabajo, pero por debajo de los valores promedio de 2019. 

En el Gran Mendoza la tasa de empleo aumentó 3,9 p.p. y el desempleo disminuyó 3 p.p. promedio en 2021 (alcanzó el 8% anual). Además, se produjo un importante incremento de la tasa de actividad que se ubicó por encima del 50%, lo que significó una creciente presión sobre el mercado de trabajo. Asimismo, hubo un deterioro en las inserciones laborales al aumentar la subocupación y la ocupación demandante así como la informalidad laboral, que alcanzó al 42,6% de los/as asalariados/as (10 p.p. por encima de la media nacional) el valor más alto desde 2006.

Finalmente, en diciembre de 2021, Mendoza tuvo un incremento interanual muy leve del empleo privado registrado, que significó sólo 5.269 trabajadores/as nuevos/as. En el promedio anual el empleo privado formal cayó 0,2%, la provincia acumuló así tres años consecutivos de desempeño negativo en la generación de este tipo de empleo. Por su parte, en el Gran Mendoza el empleo formal creció solo 0,5% interanual, por lo que quedó lejos de recuperar la contracción que se produjo en 2020 (-4,7%).

A continuación accedé al informe completo: