Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

Reflexiones sobre la conmemoración del día del agua

Desde el Instituto de Ciencias Ambientales reflexionan sobre la importancia de conmemorar el día del agua. 

19 de marzo de 2014, 11:01.

imagen Reflexiones sobre la conmemoración del día del agua
"Cualquier persona que pueda resolver los problemas relacionados con los recursos hídricos será digno de dos Premios Nobel, uno de la paz y otro de ciencias."    John F. KENNEDY

El agua es un bien ambiental que resulta indispensable para la vida, y para las dinámicas ecosistémica en general. Por eso, no debe extrañarnos que en todos los niveles se establezcan fechas para conmemorar tal vital elemento.

En este sentido, en diciembre de 1992 las naciones civilizadas establecieron mediante la Resolución 47/122 de su Asamblea General de Naciones Unidas que el 22 de marzo de cada año se celebraría el “Día Mundial del Agua”; otro tanto ha ocurrido en nuestro país, que casi dos décadas antes mediante el Decreto Nacional 2481/73 instituyó el 31 de marzo como el “Día Nacional del Agua”. 

En algunas provincias cuyas características climáticas han generado un importante acervo cultural en torno al cuidado del agua, también se han fijado fechas al respecto; así, desde 1958, Mendoza estableció por Resolución 897 del Departamento General de Irrigación la celebración del Día del Agua cada 20 de noviembre, fecha de sanción de una norma paradigmática de la gestión y preservación del recurso como es la Ley de Aguas de 1884.

Incluso algunas comunas han institucionalizado su interés en conmemorar el día del agua, como ocurre en la Provincia de Córdoba con la Ordenanza 1626/11 de la Municipalidad de General Belgrano, entre otras.

Claro que a esta altura podemos preguntarnos si tiene algún sentido conmemorar el día del agua, o incluso conmemorarlo tres veces, de acuerdo a la valorización que tal recurso ha tenido en la institucionalidad internacional, nacional y local. Y la respuesta no puede ser otra que la afirmativa.

Cada una de esas conmemoraciones, implica hacer memoria, recordar la trascendencia del recurso hídrico para nuestra existencia en un ambiente sano y equilibrado, apto para el desarrollo humano. La publicidad de los problemas hídricos que ocurre en cada una de estas fechas, es con seguridad un motor en la aprehensión social de los valores que exige remediar tales dificultades.

Por eso, cada 22 de marzo, cada 31 de marzo, y cada 20 de noviembre –en Mendoza-, o la fecha que sea en cada Provincia, recordamos que el agua es un recurso ambiental frágil, que gran parte de la población mundial –unos 1.100.000.000 habitantes en países subdesarrollados- no tiene aún, en pleno siglo XXI, acceso al agua segura; e incluso países enteros presentan poblaciones que reciben una dotación diaria insuficiente para la satisfacción de las necesidades vitales mínimas a pesar de que generalmente la disponibilidad física no escasea. 
Recordamos también que ello ocurre a pesar de que los seres humanos tenemos un derecho inalienable a acceder a ese recurso vital en condiciones seguras y asequibles, tal como en el 2002 ha expresado el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas, y en el 2010 la misma Asamblea General de ese organismo internacional en relación al agua y al saneamiento.

Y recordar todo ello –aunque sea reiteradamente en las distintas conmemoraciones que se han estipulado- es tomar conciencia de las necesidades y desafíos que la gestión del agua nos demanda, y de esa manera internalizar una cultura sobre el agua que refuerce nuestra conciencia en el buen uso del recurso.

El Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional de Cuyo celebra, entonces, el día del agua e invita a toda la comunidad a recapacitar sobre nuestras conductas cotidianas y el mejor uso de ese recurso vital.

Contenido relacionado