Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

Los incendios forestales son culpables de una quinta parte del auge en emisiones de CO2.

Los incendios forestales deben considerarse como un componente importante del cambio climático, según los 22 autores de un nuevo estudio.

imagen Los incendios forestales son culpables de una quinta parte del auge en emisiones de CO2.

Ellos han determinado que los incendios intencionados que tienen por objeto deforestar áreas boscosas ya aportan una quinta parte del aumento antropogénico de las emisiones de dióxido de carbono, un gas que retiene calor, elevando con ello la temperatura global.

El trabajo es el resultado de una reunión sostenida por el Instituto Kavli para la Física Teórica, y el Centro Nacional para el Análisis y Síntesis Ecológicos (NCEAS, por sus siglas en inglés), ambos dependientes de la Universidad de California en Santa Bárbara.

Los autores hacen un llamamiento al Panel Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC) para integrar plenamente los incendios en sus evaluaciones del cambio climático global, y para considerar la realimentación entre clima e incendios, la cual ha estado muy poco tenida en cuenta en los modelos globales.

El estudio enlaza varias líneas del conocimiento científico sobre los incendios. Dichas líneas habían permanecido aisladas hasta ahora en campos muy distintos, incluyendo la ecología, los modelos digitales globales, la física, la antropología, y la climatología.

El número creciente de incendios forestales está influyendo a su vez sobre el clima, según sostienen los autores. "Los trágicos incendios en Victoria, Australia, enfatizan la ubicuidad de los grandes incendios forestales recientes y sus regímenes potencialmente cambiantes que son concomitantes con el cambio climático antropogénico", señala David Bowman, profesor en la Universidad de Tasmania, y uno de los autores del estudio.

Jennifer Balch, del NCEAS y coautora del trabajo, destaca la anómala proliferación de incendios forestales, en sitios donde su número debería ser mucho menor si las causas fuesen exclusivamente naturales. Por ejemplo, en los húmedos trópicos están teniendo lugar numerosos incendios vinculados a la deforestación, normalmente para expandir negocios a gran escala de agricultura o ganadería. "Las selvas no han experimentado históricamente incendios con la frecuencia a la que lo hacen hoy", subraya Balch. Durante las sequías extremas, como la de 1997-98, los incendios forestales de la región amazónica quemaron vegetación a lo largo y ancho de 39.000 kilómetros cuadrados de selva.

Los autores reconocen que su estimación de la influencia de los incendios en el clima es sólo una primera valoración aproximada, y que aún falta mucho por hacer antes de conocer bien la contribución exacta de los incendios al sistema climático.

Fuente
http://www.amazings.com/ciencia/noticias/220509a.html

Contenido relacionado