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Informe científico que estudia el Aconcagua: el Coloso de América mide 6.960,8 metros

El equipo integrado por científicos de diversas instituciones académicas de Mendoza, nacionales y del exterior, dio a conocer los resultados de sus complejas investigaciones alrededor del Aconcagua en un acto realizado en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo. El dato más esperado: el Coloso de América tiene una altura de 6.960,8 metros sobre el nivel medio del mar.

imagen Informe científico que estudia el Aconcagua: el Coloso de América mide 6.960,8 metros

De izq. a der.: Daniel Gómez, Arturo Somoza, Adriana García y Julio Benedetti Presidió el acto el rector de la Universidad Nacional de Cuyo, Arturo Somoza, a quien acompañaron en la presentación institucional la decana de Filosofía y Letras, Adriana Garcí

La presentación técnica estuvo a cargo del director del Programa SIGMA (Sistema de Investigación Geodinámica del Monte Aconcagua), Luis Lenzano, y del responsable de las mediciones y futuro director del IGN, Sergio Címbaro.

Participaron del acto, también, el secretario de Ciencia, Técnica y Posgrado, Carlos Passera, y el codirector del SIGMA, Jorge Barón, de la UNCuyo, junto a una nutrida concurrencia de investigadores, docentes, estudiantes, miembros del Cuerpo de Guardaparques y de la Patrulla de Rescate del Parque Aconcagua, guías y empresas vinculadas con la actividad andinista.

El SIGMA

El director del SIGMA destacó el carácter solidario y de construcción colectiva que inspira al programa, “superando las estructuras individualistas” que suelen predominar en el mundo científico. En ese sentido, menciónó la participación de la UNCuyo, la Universidad Nacional de Rosario, del Centro Internacional de Ciencias de la Tierra ICES-Regional Mendoza, del IGN, de las Universidades estadounidenses de Memphis, Hawaii yOhio.

Junto con esa colaboración, hizo hincapié en el aporte financiero que sustenta las actividades por parte de la Agencia Nacional de Ciencia y Técnica, del CONICET, de la UNCuyo y de la National Sciences Foundation de Estados Unidos.Respecto del financiamiento, señaló que ello es una muestra clara de la “confianza de las instituciones en las actividades desarrolladas y, especialmente en los resultados obtenidos”. Al respecto, subrayó: “Nosotros no entendemos la Ciencia y la Técnica sin resultados”.

Lenzano expuso, en una rápida enumeración, las numerosas investigaciones de diversas características llevadas a cabo en sitios clave selccionados alrededor del Aconcagua, utilizando instrumental y tecnologías de última generación, con el objeto de determinar de manera certera el comportamiento de los glaciares.
Estas investigaciones, apuntó por otra parte, forman parte de un programa internacional de estudio de los Andes Centrales, que a través de 2.700 puntos y 100 estaciones tiene como objetivo “medir las variaciones que registra la corteza de la Tierra”.

En ese marco situó “dos años de mediciones con GPS y de gravedad” para determinar “la altura del Aconcagua”.

La medición

Sergio Címbaro explicó por qué era necesaria una nueva medición del Coloso de América. El único antecedente que había al respecto era una investigación realizada por la Universidad de Buenos Aires en 1956, que dio como resultado una altura de 6.959,6 metros. Tras 56 años, y teniendo en cuenta los progresos alcanzados en investigación científico, se hacía necesaria una nueva medición aplicando los instrumentos científicos actuales.

En ese sentido, el científico advirtió que “hoy no son comparables los datos, no se puede decir que la altura del cerro aumentó o disminuyó” entre las dos mediciones, precisamente por las distintas metodologías de investigación utilizadas.

Sin embargo, subrayó y, de alguna manera, se felicitó de que entre el resultado obtenido ahora, de 6.960,8 metros, y el anterior, “la diferencia sea de apenas 1,20 metros”.

Sobre los conocimientos e instrumentos de última generación, Címbaro hizo una detallada explicación. Y en ese aspecto destacó los aportes realizados Por las Universidades Nacional de Cuyo, Rosario y San Juan, la Dirección de Recursos Naturales Renovables de Mendoza, el Instituto de Estudios del Ambiente y Recursos Naturales (IDEARN) de la Filosofía y Letras, del Instituto Argentino de Nivología y Graciología (IANIGLA)  del CONICET y del Instituto Geográfico Nacional.

Igualmente, agradeció la colaboración determinante para todo el proceso del Cuerpo de Guardaparques, de la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza, de los guías y portes del Parque Aconcagua y de las empresas Aymará y Fernando Pierdomo.

Las instituciones

En su presentación institucional, el rector Somoza definió el Aconcagua como “símbolo de Mendoza y la Argentina con una gran proyección internacional” y como “foco de atracción no sólo popular sino también científica”, por lo que “hay que aprovechar para instalar los estudios acerca de él”.

Felicitó a todos los involucrados por haber “constituido una red de instituciones de distinta naturaleza, provincial, nacional e internacional”.

Tras recordar que alguna vez fue titular de la Dirección de Recursos Naturales Renovables de Mendoza, Somoza expresó su “convicción de que los nuevos conocimientos adquiridos a través del programa SIGMA redundarán en una mejor calidad de vida de Mendoza”, por estar referidos a temas tan importantes como “el agua y la problemática sísmica”, por lo que “seguramente tendrán una fuerte repercusión sísmica”.

La decana García destacó la “construcción colectiva que incluye muchas tareas silenciosas y personas paradigmáticas” involucradas en el programa” y, además, que éste se lleva a cabo “en momentos de encrucijada nacional, en la que registran cambios profundos enfocados en la democratización de la ciencia”.

También valoró la vinculación de tantas instituciones “sin perder su identidad, con el objetivo de beneficiar a una sociedad de riesgo”, por las muchas aristas que se deben conocer la hidrología, la sismología, las redes viales y los medios de transporte.

Daniel Gómez ubicó las actividades referidas al Aconcagua en el marco de “muchos proyectos que compartimos la Provincia y la Universidad, como la Ley de Ordenamiento Territorial y el Plan Estratégico 2020”, vinculación que constituye uno de los ejes estratégicos de política de la UNCuyo.

Recordó que alrededor de 7.000 andinistas ascienden anualmente a las alturas del Aconcagua, la mitad de los cuales intentan hacer cumbre, pero suman unos 150.000 los que visitan el Parque cada año, una gran parte ellos extranjeros.

Por lo cual, consideró que el programa SIMGA puede constituirse como “un gran laboratorio de altura, útil para todo el mundo”, lo que sin duda “dignifica y compromete mucho más en esta tarea al Gobierno de Mendoza”.

El subdirector del Instituto Geográfico Nacional se felicitó que el acto de presentación de los resultados del programa se haya realizado “en sede universitaria”. Recordó que la institución tomó nuevo impulso tras su cambio de denominación en 2009 en su responsabilidad de medir y controlar el territorio nacional.

En ese sentido, indicó que el Instituto cuenta ya con “oficinas en las provincias, encaradas por los Gobiernos Provinciales, con un representante del IGN pero designado por las provincias”. Esta política -explicó- busca que “las funciones del Instituto se cumplan según las necesidades de los actores del territorio y que la Cartografía se elabore según las realidades locales”.

Uno de los aspectos que señaló fue la importancia de la construcción de refugios, en la que IGN ha colaborado específicamente y, en ese sentido, evocó la política desarrollada en sus gobiernos por el Presidente Perón.

Finalmente, entregó al rector Somoza un Mapa de Cartografía de la Argentina en definición de 1:500.000, una publicación institucional del IGN y el primer número de la Revista del Instituto titulada “El ojo del cóndor”.

El acto finalizó con la entrega de diplomas de reconocimiento a investigadores, grardiaparques, miembros de la Patrulla de Rescate, colaboradores de la Facultad, a la empresa Aymará y a la autora del video que narra la historia del Programa SIGMA, Cecilia Agüero.     

Fuente: PRENSA UNCuyo

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