Desde la antigüedad, los humedales han sido fuente de supervivencia para el ser humano y han brindado valores culturales y espirituales. En sus diferentes escalas, este tipo de formaciones se manifiestan en diversas expresiones, desde las alturas cordilleranas, los pequeños humedales asociados a cauces, los más extensos humedales del llano, como lagos y lagunas, naturales y artificiales.
Estos núcleos de biodiversidad se consideran sitios estratégicos, ya que cumplen múltiples funciones ecológicas, como hábitat y reproducción de especies, ruta de aves migratorias, pesca, provisión de agua, retención de la erosión, sitios de descanso y recreación, etc.
En la provincia de Mendoza los humedales registrados bajo la Convención Ramsar son dos: Bañados de Huanacache, en el departamento de Lavalle, y Laguna LLancanelo, en Malargüe.
Si bien pueden ser estos los más conocidos, también hay otros sitios de importancia, ubicados a lo largo de las cuencas hidrológicas, como lagunas, vegas, mallines e incluso humedales artificiales (diques y embalses) que tanto en la zona altoandina como aguas abajo, cumplen múltiples funciones de gran importancia para la salud y equilibrio del sistema hidrológico. Muchos de estos sistemas están sufriendo alteraciones por diversas actividades humanas que afectan el ciclo hidrológico desde las nacientes hasta el llano.
Más allá del compromiso asumido por el Gobierno Argentino al firmar este convenio, el cual obliga a tomar medidas adecuadas para su custodia, es un compromiso de todos reconocer el valor ambiental de estos sitios, para asumir una responsabilidad activa en su conservación.
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6 de junio de 2024