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Secundarias de la UNCUYO separan sus residuos

El proyecto Separa, que clasifica y recicla los residuos del predio universitario a través de contenedores de tres colores, llegó a las seis escuelas secundarias de la UNCUYO. Casi seis mil estudiantes serán agentes del cambio ambiental.

imagen Secundarias de la UNCUYO separan sus residuos

El programa, llevado adelante por el Instituto de Ciencias Ambientales perteneciente a la Secretaría de Extensión y Vinuclación, incluye la colocación de recipientes para separar la basura y actividades y capacitaciones para vincular lo sustentable, el compromiso social y la consciencia ambiental entre las comunidades escolares. Busca que los 5.856 jóvenes que cursan sus estudios de nivel medio en la Universidad sean protagonistas del cambio ambiental y generen propuestas de gestión de materiales reutilizables que involucren a sectores desfavorecidos de la sociedad.

La propuesta “UNCUYO Separa sus residuos”, que ya lleva tres años de implementación en los edificios del predio universitario, apunta al cambio de hábitos y a la educación ambiental, y se propone concientizar, incentivar la minimización del consumo, la reutilización de materiales y generar una visión del ambiente desde la perspectiva del desarrollo sostenible.

Un mayor compromiso social, la consciencia ambiental y la construcción de una sociedad más justa y ambientalmente responsable, son algunos de los objetivos de la implementación del proyecto Separa en las escuelas secundarias de la UNCUYO.

Para la puesta en marcha de la iniciativa se eligió un salón del Martín Zapata que reunió a delegaciones de todas las escuelas secundarias universitarias y congregó a algunos pioneros del emprendedurismo ambiental. En la oportunidad Alejandro Malgor y Andrea Nallim relataron para los jóvenes sus experiencias al frente de sus organizaciones. Malgor contó cómo surgió Xinca, que fabrica zapatillas con materiales reciclados e incluye entre sus empleados a personas de sectores sociales desfavorecidos y a quienes están privados de su libertad y Nallim explicó cómo trabaja Reciclar, que se ocupa de los residuos de aparatos electrónicos y eléctricos.

El inicio del proyecto en las escuelas secundarias se concretó con la firma de un acta compromiso entre la secretaria Académica, Dolores Lettelier y el secretario de Extensión y Vinculación, Guillermo Cruz. Los acompañaron la secretaria General del Instituto de Ciencias Ambientales (ICA), Gabriela Luquez; la directora general de Educación Secundaria de la UNCUYO, María Ana Barrozo y el secretario de Ambiente del Gobierno de Mendoza, Humberto Mingorance.

En qué consiste el programa Separa de la UNCUYO

Se trata de un sistema de gestión integral de residuos que en abril cumplió tres años desde que se implementó por primera vez en el campus de la UNCUYO y que implica la separación, clasificación, y posterior reciclado de la basura que generan los habitantes del predio universitario y sus visitantes. Busca reducir hasta un 50 por ciento la cantidad de basura producida por día y gestionar los residuos con más responsabilidad social y ambiental.

En principio se separan los residuos en tres fracciones azul, para papel y cartón; amarillo, para envases; y negro, para lo no reciclable. Posteriormente se realiza una recolección diferenciada de residuos y la Cooperativa de Recuperadores de Mendoza (COREME) se ocupa de todos los materiales recuperables.

Esta recolección diferenciada se lleva a su planta de tratamiento, en el Parque Industrial de Las Heras, donde los materiales recuperables se acondicionan, enfardan y venden para ser reciclados. Este proceso generó trabajo para numerosas familias, por lo que el impacto de la puesta en marcha del sistema de gestión de residuos no sólo es ambiental en este caso sino también socialmente responsable.

El proyecto fue una propuesta del Instituto de Ciencias Ambientales (ICA) de la Universidad para gestionar los residuos y lograr la recuperación de materiales reciclables en el Centro Universitario. Incluye los edificios del rectorado, las facultades y organismos ubicados en el predio de la UNCUYO. Surgió como respuesta a la preocupación por gestionar la basura que se estima se acerca a una tonelada diaria y que, antes del 2016, tenía como destino el vertedero a cielo abierto “El Borbollón”.

Hasta la fecha se han recuperado más de 65.000 kilos de residuos provenientes de una población de 35.000 usuarios, correspondiente a estudiantes, personal de maestranza y servicios, de apoyo académico y visitantes ocasionales.

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