Se trata de uno de los ejemplos claros de cómo la universidad pública contribuye a mejorar la calidad de vida a través de la producción de conocimiento científico. El equipo conducido por el doctor Jorge BARÓN llevará adelante este proyecto de investigación aplicada con financiamiento externo. A-oil, como se bautizó al emprendimiento, estrenó su flamante laboratorio en el que ya se están produciendo algas unicelulares a las que se les extraerá aceite para producir, entre otras aplicaciones, biocombustibles.
Durante el acto de inauguración el director del proyecto y doctor en ingeniería nueclar, Jorge BARÓN hizo referencia a una idea que rige los modos de idear investigaciones desde la anterior gestión de gobierno universitario. La anterior rectora nos dijo que no quería más proyectos de investigación donde se hiciesen diagnósticos sino “proyectos de hacer cosas” y que estuviesen integrados al medio de Mendoza. “Poner a andar proyectos de investigación más desarrollo que tengan proyección en el medio productivo no es fácil”, confesó Barón, al tiempo que explicaba que lo novedoso en este caso es además, el hecho de que no sólo se va a producir conocimiento científico, formar recursos humanos sino que en esta oportunidad también se debe generar riqueza que además se volcará en el medio social. Hizo la aclaración a propósito de la relación de este proyecto con una empresa, Dorial Managment, que lo financia en parte. “Estamos tratando de llevar a procesos económicamente sustentables procesos que naturalmente ocurren”, explicó en clara referencia a que el desarrollo de las algas involucra energía solar, dióxido de carbono y aguas residuales.
El rector Arturo SOMOZA estuvo presente en el acto y sobre este tipo de investigaciones reafirmó la intención de trabajar para beneficiar a la sociedad de Mendoza. Dijo que “hace tiempo que nuestra Universidad tiene clara su vocación social y la necesidad de interactuar con el medio que la sostiene”.
SOMOZA también se detuvo a reflexionar sobre la relación de los sectores académicos y científicos con la empresa. Al respecto dijo que “hoy nos encontramos ante un ejemplo exitoso que abre puertas y nuevos caminos de acción para impactar socialmente”.
El rector se refirió a la crisis mundial y su cuestionamiento a un modelo que generó fuertes brechas sociales. A propósito de este tipo de emprendimientos preocupados por el cuidado del ambiente expresó que “tenemos la oportunidad de generar un modelo nuevo en el que la producción de energías sustentables puede tener un lugar preponderante”.
En qué consiste el proyecto
Esta investigación tiene como objetivo estudiar desde el punto de vista técnico-económico la producción de algas para extracción de aceite y obtención de biocombustibles. En particular, en este laboratorio se llevarán a cabo investigaciones relativas al cultivo, aislación y caracterización de especies, parametrización de procesos, cosecha, secado y extracción de aceite. En todos los casos se utilizan condiciones ambientales controladas e iluminación artificial controlada.
Los inóculos de algas unicelulares caracterizados en este laboratorio, serán luego trasladados a piletas abiertas en un segundo laboratorio, que utiliza energía solar y se encuentra en construcción en el techo de la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo y que permitirá realizar cultivos a mayor escala.
Otra de las etapas y potenciales aplicaciones de la investigación prevé establecer plantas pilotos que utilicen aguas residuales para purificarlas utilizando algas. Además, se está estudiando como posibilidad con una empresa cementera generar combustible que la abastezca producido a partir de energía solar y biomasa.
A-oil nació de un convenio que se concretó en agosto del año pasado entre la Universidad Nacional de Cuyo, la Facultad de Ingeniería, la empresa Dorial Management LLC de Estados Unidos, que financia el emprendimiento con 100 mil dólares y la Fundación de la UNCuyo, que administra los fondos.
Los investigadores esperan producir algas y extraer de ellas un aceite apto para fabricar biodiesel. Además de conocer y dimensionar el proceso productivo de selección, cría y engorde de las algas, evaluarán el potencial comercial de la aplicación del proyecto y de su explotación a gran escala en el futuro, y a través de la actuación de la Unidad Técnico Acacadémica de Propiedad Intelectual de la Universidad, se protegerán los posibles desarrollos susceptibles de patentamiento. También, como es costumbre en este tipo de emprendimientos, se formarán recursos humanos.
Cuidado del ambiente
Las ventajas de este estudio radican en que se utilizará la energía solar como fuente primaria y se reciclará el bióxido de carbono de chimenea para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero.
En la investigación se contempla la utilización de algas autóctonas y se estudiarán diversos sistemas productivos de biomasa para biocombustibles u otros fines, utilizando aguas residuales urbanas e industriales ya que es en ese ámbito donde crecen las algas que se producirán. Se generará así un proyecto ambientalmente cuidadoso. Además se contempla realizar mejoras ambientales a través de captura de dióxido de carbono y de producción de combustibles a partir de energía solar, mediante procesos fotosintéticos. Es importante destacar que el cultivo de algas no requiere tierra fértil y por lo tanto no compite con la producción de alimentos.
Como actividad complementaria de esta investigación aplicada, se formarán estudiantes avanzados de grado y posgrado con conciencia de uso de alternativas tecnológicas para producir energía limpia.