El concepto de “Ciudades de 15 minutos” es una idea impulsada durante los últimos años en París. Consiste en pensar en una territorialidad de fácil acceso, transformando el espacio urbano monofuncional en una ciudad con muchos centros. Esto permite ofrecer calidad de vida en distancias cortas (en un radio de tiempo de 15 a 20 minutos, aproximadamente), accediendo fácilmente a las 6 funciones sociales urbanas esenciales: habitar, trabajar, aprovisionarse, cuidarse, aprender y descansar.
El contexto de la pandemia del COVID-19 aceleró debates en torno a los sistemas de producción, consumo, transporte, tanto a escala global, como regional y local encontrándose así diferentes propuestas sobre modelos más sostenibles y saludables. En ese marco, el Programa de Movilidad Sostenible del Instituto de Ciencias Ambientales se propuso analizar el concepto de “Ciudades de 15 minutos” aplicado a algunas zonas de la provincia de Mendoza.
Teniendo en cuenta el ciclo de Caminatas Ambientales que se impulsa desde el Programa, se propuso a un grupo de personas voluntarias, que habitan y circulan por distintos puntos de la provincia, mapear sus prácticas cotidianas en sus respectivas ciudades, con el objetivo de analizar si resultan ciudades caminables o que se puedan recorrer en bicicleta en un corto período de tiempo.
Cada participante colocó diferentes puntos relacionados con sus hábitos en un mapa. A partir del punto, en un Sistema de Información Geográfica se aplicaron algoritmos con una velocidad media de caminata y de circulación en bicicleta para calcular cuánto se puede recorrer en un tiempo determinado (que se estableció de 15 minutos). El resultado son unos polígonos irregulares, llamados “isocronas”. Una vez que se obtuvieron las isocronas para cada persona, se les envió su respectivo mapa con un formulario para que realizaran un análisis.
Los casos relevados permiten concluir que las ciudades de la Provincia de Mendoza son o pueden ser “Ciudades de 15 minutos” con poca inversión en obras públicas y con cambios de hábitos en su población. Para que esto último suceda, resultan necesarias la difusión y educación de prácticas sostenibles, tanto de movilidad como de consumo.
Si bien la conciencia ambiental es fundamental para lograr este cambio, deben haber cambios estructurales como construcción y mejoramiento de ciclovías, estacionamientos para bicicletas, veredas arregladas, luminarias, espacios públicos accesibles. Además resulta necesario sumar otras políticas públicas, tendientes a garantizar el acceso a créditos para comparar bicicletas o repararlas, el fomento de emprendimientos sociales y locales, el mantenimiento de espacios públicos, etc.
Los resultados de esta experiencia que analiza 16 localidades de la Provincia de Mendoza se encuentran en el siguiente informe.